Hoy en día figuran como una pieza infaltable en cualquier equipo de atención al cliente, ventas o marketing. ¡Y sí! Seguramente te has topado con uno en más de una ocasión… Entonces, ¿por qué no incluirlo también en tu estrategia comercial? Si no sabes por donde empezar… ¡Sigue leyendo!
Un chatbot es una herramienta que permite que un usuario pueda mantener una conversación genérica con un asistente virtual, previamente configurado con preguntas y respuestas automáticas.
La mayoría de las personas solo necesitan ser escuchadas…»
¿Qué ventajas tienen los Chatbots?
¡Muchas! Como por ejemplo:
- Inmediatez
- Ubicuidad, pues con una simple app de mensajería que incluya la posibilidad de incluir bots podemos abrir todas las conversaciones que queramos con tiendas y servicios.
- Autenticidad, ya que usamos lo que más natural nos resulta para interactuar en la vida real, que es el lenguaje.
- Accesibilidad, con una interfaz mucho más cómoda e intuitiva.
- Eficiencia, el usuario consigue más con menos.
¿Cómo le sacamos provecho al Chatbot?
Lo primero que debemos saber para diseñar un chatbot es qué servicio vamos a ofrecer, y cómo este se “convierte” en una conversación. Con esto claro, hay que diseñar una experiencia conversacional, e incluso “diseñar” la personalización del bot.
Este diseño debe tratar de llevar al usuario a la conversación que el bot conoce y en la que puede ofrecer valor. Las preguntas del bot, por ejemplo, nunca deben ser abiertas. Deben dar opciones predefinidas, para que el usuario no se vaya por las ramas, despistando al bot.
Este diseño hay que acompañarlo de una estrategia de contenidos para chatbots, ya que esto es lo que ofrecerá el bot dentro de la conversación que hayamos diseñado. De ahí la importancia de gestionarlos bien para conseguir una interacción de valor para el usuario.
Para conseguirlo debemos desarrollar un nuevo paradigma de clasificación del contenido, con relaciones semánticas potentes, una buena arquitectura y una taxonomía adecuada. Además, un juego de vocabularios controlado y que encaje con la conversación que queremos desarrollar.
Todo esto debe desarrollarse mediante prueba y error, permitiendo que la IA del chatbot aprenda, consiguiendo una interacción cada vez más contextual y fluida.
En el siguiente video te compartimos uno de nuestros chatbots preferidos: TIDIO. Fácil de usar y configurar, con una navegación limpia y con una capacidad de tracking increíble, incluso en su versión gratis.
¿Y cómo afecta todo esto al marketing?
Los chatbots abren nuevas posibilidades de interacción con los clientes. En Messenger, por ejemplo, un chatbot puede:
- Mandar mensajes sin apenas limitaciones tras la primera interacción.
- El input de los usuarios permite segmentarlos dinámicamente a partir de las conversaciones.
- Se pueden mandar mensajes a partir de workflows automatizados.
- Se puede enviar publicidad, invitaciones y cupones de descuento. Muy segmentados según el comportamiento de cada usuario, a través de Facebook Messenger.
Las experiencias pioneras en este caso muestran CTR y engagement altísimos. En parte gracias a una comunicación uno a uno que no tiene que competir con nadie en el chat. Aunque, como siempre, no hay que olvidarse que todos ODIAMOS el spam. ¡Y más si es un spambot! Por eso, la IA y los chatbots deben servir, siempre, para aportar mucho más valor a los usuarios. Si conseguimos esto, seguro que acertaremos.
¿Ya pusiste a prueba nuestro chatbot?